domingo, 21 de febrero de 2010

JILL PRICE, la mujer que no puede olvidar

Al leer el artículo me he quedado impresionada por la capacidad de recuerdo que posee la mujer, ya que desde mi punto de vista es admirable, pero después cuando he continuado leyendo el artículo he ido reflexionando sobre lo que éste describía y he llegado a la conclusión de que esa señora cuando se mudó de ciudad sufrió un trastorno psicológico muy fuerte al pensar que el lugar donde había vivido durante sus primeros años lo olvidaría y por ello enfermo de obsesión por recordar todas aquellas etapas que iban sucediendo a lo largo de su vida y desarrollando con ello una capacidad cerebral inimaginable por ella misma, dibujando en su memoria una verdadera película,ya que como dice en el texto ella recordaba etapas vividas pero no tenía una superdotación en el estudio sólo en no olvidar lo que le sucedía por si le pasaba lo mismo que con lo olvidado en sus primeros, más o menos, 10 años.


Laura Arenas Díaz